(Corrección: Cambios al número de compañías identificadas en el primer estudio)
A partir de 2018, el sector fintech de Argentina se ha expandido rápidamente, especialmente en la cantidad de compañías prestando estos servicios.
Esa es una de las principales conclusiones de un exhaustivo segundo estudio del ámbito fintech local, cuyo autor es el analista de servicios financieros Marcelo Bastante. El documento fue publicado por Deloitte y BID Lab, unidad de innovación del BID.
Las fintechs han proliferado este año a pesar de factores adversos como el COVID-19 y un complejo entorno macroeconómico que comenzó en el 1S18.
Los datos se recopilaron a través de una encuesta a fintechs realizada en colaboración con la Cámara de Fintech de Argentina, que identificó 268 empresas, en comparación con las 133 del primer estudio, realizado en 2018.
Para conocer más sobre el informe, discutir perspectivas y otros temas, BNamericas conversó con Bastante.
Para leer el informe titulado Estudio Fintech 2020 – Ecosistema Argentino, haga clic aquí.
BNamericas: Usted es el autor del estudio 2020 del ecosistema fintech argentino, publicado por el BID y Deloitte. ¿Cuál fue la principal conclusión que obtuvo a partir de él?
Bastante: El principal takeaway es que el ecosistema tuvo un crecimiento significativo y una consolidación, a pesar del contexto económico adverso, tanto por la macro argentina como por los efectos del COVID 19. Un hecho para remarcar es que hoy día hay 9 segmentos de actividad (denominadas verticales). A mí también me sorprendió gratamente la cantidad de segmentos y hay estudios internacionales que identifican más segmentos (hasta 11). Eso pone de manifiesto el dinamismo y amplitud de la oferta de servicios. El informe es muy rico en la descripción de los segmentos de actividad y las soluciones que cada uno ofrece. Tiene una parte educacional que brinda un panorama muy completo en cuanto a la amplitud de la industria. Estoy convencido que, a medida que el ecosistema vaya evolucionando, la oferta de servicios irá creciendo y adaptándose a las nuevas tendencias.
BNamericas: Según los datos del informe, entre 2018 y 2020 hubo un crecimiento significativo en el número de fintechs que operan en las áreas de pagos, blockchain y criptoactivos en Argentina. ¿Por qué se da esta tendencia?
Bastante: El crecimiento en la vertical de medios de pago es una tendencia que está alineada con la experiencia en otros países, en los cuales medios de pago es el principal segmento de actividad, seguido por préstamos.
Dentro del segmento de pagos, podemos apreciar el crecimiento y la difusión que han tenido las billeteras digitales que ofrecen cuentas de pago. Es un fenómeno muy visible que ha tomado una notoriedad que antes no tenía. También, dentro de pagos, han ganado protagonismo los agrupadores de pago, que complementan la oferta de servicios en el mercado de adquirencia en un contexto en el cual el crecimiento del comercio online se ha visto exponenciado por la pandemia.
En cuanto a blockchain, la tecnología se ha comenzado a aplicar exitosamente a contratos, estructuras de control, etc. Es increíble la diversidad de usos que se le puede dar. Las criptomonedas también han crecido significativamente, aunque todavía se está discutiendo un marco legal que les brinde mayor apoyo.
BNamericas: ¿Cree que esta tendencia continuará o disminuirá?
Bastante: Creo que la tendencia se va a mantener. Si uno ve la evolución de 2018 a 2020, se identifican ofertas de servicios que antes eran incipientes o inexistentes. Estamos en medio de un proceso de cambio, seguramente en unos años la oferta de servicios y gama de soluciones no tendrá nada que ver con la actual, irá evolucionando de la mano del desarrollo de nuevas tecnologías y cambios en el comportamiento de la demanda.
BNamericas: Con respecto al segmento de servicios B2B, ¿cree que habrá mayor colaboración entre las fintechs y las instituciones financieras tradicionales?
Bastante: Creo que la antinomia de bancos versus fintechs hoy está saldada. Está claro que no son jugadores antagónicos, sino que pueden tener mucha complementariedad. Tanto en la industria de finanzas como en el mercado de capitales se dan muchas situaciones en que dos jugadores pueden ser competidores en un servicio específico, pero totalmente complementarios en diversidad de productos.
Los bancos tienen licencia para captar depósitos del público y poder efectuar operaciones de comercio exterior y cambio, cosa que el resto de los agentes económicos (incluso las fintechs) no puede hacer. Eso les brinda a los bancos una enorme fortaleza. Asimismo, todos los bancos tienen su área de innovación, I+D o transformación digital. Sin embargo, esas áreas en la mayoría de los casos trabajan para mejorar o reconvertir la oferta de productos tradicional, con lo cual hay una enorme oportunidad para que las fintechs puedan colaborar en el desarrollo de nuevos productos o en acuerdos de complementación de servicios que hoy día no están en la oferta tradicional de los bancos y que desarrollarla desde cero les demandaría mucho tiempo. Por eso veo una fuerte complementariedad entre la banca tradicional y la industria fintech.
BNamericas: En Argentina, las fintech están ayudando a aumentar los niveles de inclusión financiera. ¿Qué importancia tienen las fintechs en esta tarea comparadas, por ejemplo, con la banca tradicional, la banca digital y las políticas públicas?
Bastante: Los indicadores tradicionales de inclusión financiera son los ratios de crédito y PBI y de depósitos y PBI. Un análisis primario consistiría en que los segmentos de préstamos y pagos digitales contribuyen a la inclusión financiera, es decir, a dos de los nueve segmentos.
Ahora bien, si analizamos el tema con mayor profundidad, vemos que todos los segmentos en mayor o menor medida contribuyen al proceso de inclusión. Argentina tiene un número relativamente alto de cuentas bancarias (el estudio señala que el 80% de la población adulta tiene una cuenta de banco). Sin embargo, el grado de utilización de esas cuentas es mucho menor. Argentina tiene un alto número de jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales. Todos ellos cobran a través de una cuenta bancaria. No obstante, muchos de estos beneficiarios extraen íntegramente los fondos una vez que les son acreditados.
Existe un desafío enorme para que los fondos se mantengan en el sistema. Todo uso a través de billeteras virtuales y cuentas de pago contribuye a dicho objetivo, pues el dinero se mantiene en el sistema financiero (por regulación del Banco Central, el dinero que está en las cuentas de pago de disponibilidad inmediata debe estar respaldado en un 100% por depósitos en cuentas bancarias). Las inversiones fintech hacen que el dinero invertido por los inversores se mantenga dentro del sistema. En toda contratación de productos fintech se procura reducir el uso del efectivo, como en los productos de insurtechs, criptoactivos y financiamiento colectivo, por citar algunos ejemplos. Del mismo modo, las soluciones que brindan los proveedores tecnológicos están destinadas a que los préstamos, cuentas de pago y productos fintech tengan mayores y mejores niveles de seguridad, lo cual contribuye al mayor uso de los productos. Así pasa con el resto de los segmentos, todos contribuyen al proceso de inclusión.
BNamericas: Por último, según los datos del estudio de 2020, los fondos de capital de riesgo tienen un papel relativamente pequeño como fuentes de financiamiento. ¿Los fondos están enfocados en un segmento particular? ¿Estima alguna tendencia para los próximos años?
Bastante: Al salir del espacio fintech, vemos que, en general, los fondos de capital de riesgo se dirigen más de cerca a la industria de la salud y fármacos, a la industria del software, a la agricultura y la biotecnología. Se espera que, a mediano plazo, a medida que se consolide el ecosistema, los fondos de capital riesgo puedan tener mayor interés en la industria fintech. Entre las áreas potenciales de interés podríamos mencionar a los proveedores de servicios —en sus tres vertientes: seguridad informática, proveedores de tecnología y servicios fintech B2B— así como pagos digitales. También es necesaria una mejora en el marco macroeconómico para que estos fondos aumenten su participación.